En la Casa Rosada aparentaron normalidad al enterarse de que la Corte Suprema solo le tomó juramento este jueves al abogado Manuel García Mansilla, pero el presidente Javier Milei y los funcionarios de su entorno quedaron sorprendidos y enfurecidos cuando se enteraron de que el máximo tribunal desistió por ahora de tomarle juramento al juez federal Ariel Lijo, que quedó a consideración y juraría el próximo jueves 6 de marzo.
Según pudo saber iProfesional de fuentes de la Casa Rosada en el entorno presidencial se preguntaban: «¿Cómo es que le tomaron juramento a García Mansilla y no a Lijo? ¿Es cierto eso? ¡No puede ser!». Sin embargo, voceros oficiales señalaron que «no hay comentarios, porque sabemos que ya le tomarán juramento a Lijo el próximo 6 de marzo«.
En la Casa Rosada aseguran que Lijo tiene pedido de licencia extraordinaria ante la Cámara Federal por ser juez federal y en el máximo tribunal se tomaron una semana para decidir en la próxima acordada porque esa licencia supuestamente la tiene que conceder la Corte y no la Cámara. Otra corriente piensa que debería renunciar al cargo de juez federal para asumir como Ministro de la Corte en comisión, pero eso lo pondría a tiro de un rechazo del Senado y ya quedaría sin la magistratura por una cuestión técnica de reglamento interno del poder judicial, lo cual implica demasiado riesgo para Lijo.
El foco del conflicto consiste en que Milei firmó el martes último el decreto por el cual designó en comisión como jueces para la Corte Suprema a Ariel Lijo y a Manuel García Mansilla, sin el acuerdo del Senado.
Lo hizo omitiendo el mecanismo previsto en el artículo 99 inciso 4 de la Constitución, que ordena el voto de los dos tercios de los senadores, y apelando al inciso 19 que prevé los nombramientos en comisión por decreto cuando la vacante se produzca en receso legislativo y solo por un año parlamentario.
Por qué la Corte Suprema tomó juramento a Manuel García Mansilla y no a Ariel Lijo
La pregunta que comenzó a sobrevolar por Balcarce 50 es el motivo de esta discriminación en favor del catedrático y ex decano de la Facultad de Derecho de la Universidad Austral, García Mansilla, y en contra del juez federal más cuestionado por adormecer causas de corrupción vinculadas con el poder y con gran influencia en Comodoro Py, Ariel Lijo.
La respuesta que llegaba del máximo Tribunal consistía en que la decisión del presidente de la Corte Suprema, Horacio Rosatti, obedecería a que existe con García Mansilla una afinidad profesional, compartida con el otro juez, Carlos Rosenkrantz, que no existe con Lijo. Además, la incorporación de García Mansilla inclina la balanza hacia una mayoría cortesana en contra de Ricardo Lorenzetti.
De ese modo, Lorenzetti, uno de los mayores impulsores de Lijo para la Corte Suprema, quedaría en minoría por 3 a 1 para firmar los futuros fallos y acordadas, al menos hasta que asuma Ariel Lijo, en caso de que ocurra.
Por ahora, el juramento de Lijo está sometido a un puntilloso análisis de los restantes miembros de la Corte y por algo no ocurrió este jueves. La fecha tentativa para tomarle ese compromiso sería el jueves 6 de marzo.
Jueces de la Corte Suprema por decreto: qué pasa en el Senado
Sin embargo, ambos candidatos propuestos por Milei mediante un decreto y en comisión todavía están a tiro de que el Senado pueda resolver desde este sábado 1° de marzo una sesión especial para tratar los pliegos de ambos jueces y pueda aprobarlos y rechazarlos. La actitud de Milei de designarlos por decreto enrareció aún más el clima entre el Presidente y la oposición, tanto la dura como la dialoguista.
Por ejemplo, el bloque de Unión por la Patria, que preside José Mayans, ya anticipó que rechazará la designación por decreto de ambos jueces, porque contraviene los principios de la Constitución y advirtió que «No hay juez de la Corte sin acuerdo del Senado». Sin embargo, fuentes de la bancada aseguraron que habrá deliberaciones internas.
También al menos cuatro senadores del PRO liderados por el presidente del partido Mauricio Macri podrían rechazar el pliego de ambos jueces, en tanto que también el bloque de la UCR tiene detractores de ambos nombres y del mecanismo de designación de jueces por decreto.
Para rechazar el pliego de un juez de la Corte, según algunas interpretaciones, bastaría con reunir quórum de senadores en el recinto y luego obtener 25 votos, que es un tercio más un voto en contra del pliego, por cuanto la aprobación del pliego requiere los dos tercios, es decir 48 votos de 72. Está por verse qué camino toma la Cámara alta.
El clima enrarecido en el Parlamento se completó con la advertencia del peronista Mayans de que su bloque de senadores no concurrirá este sábado a las 21 a la Asamblea Legislativa para escuchar al Presidente en su informe del Estado de la Nación cuando inaugure un nuevo período de sesiones ordinarias del Congreso.
Este jueves a las 18 se reunirá el bloque de los diputados del PJ que lidera Germán Martínez para definir si concurrirá al recinto de la Cámara baja este sábado o si solo irá una reducida delegación de diputados, como parece más víable. De ese modo, el recinto quedaría semivacío.
Entre otras cosas, los senadores y diputados peronistas no quieren asistir al discurso de Milei porque designó dos jueces por decreto, porque evitó el debate para aprobar la Ley de Presupuesto 2025 y prorrogó el presupuesto de 2023 y 2024, y porque quedó envuelto en la estafa de la criptomoneda $LIBRA y todavía no dio explicaciones ante el Parlamento ni él ni ninguno de sus funcionarios citados.
Los vínculos de Manuel García Mansilla con los jueces de la Corte Suprema
Con ese telón de fondo, el presidente de la Corte Suprema, Horacio Rosatti le tomó juramento esta mañana al abogado especialista en derecho constitucional, Manuel García Mansilla y dejó postergado a Lijo. Lo hizo en medio de una ceremonia solitaria, sorpresiva y en la cual no hubo invitados ni familiares ni personalidades del derecho.
«Le dijeron que ande cerca de Tribunales y lo llamaron de repente y lo hicieron jurar y ni siquiera le informaron formalmente al Poder Ejecutivo«, señalan fuentes judiciales a iProfesional. En la Corte deslizaron que Rosatti y Carlos Rosenkrantz tienen una afinidad personal y profesional con García Mansilla.
Horacio Rosatti fue durante años presidente de la Asociación de Derecho Constitucional y tiene una confluencia de intereses y coincidencias con García Mansilla, que es profesor de derecho constitucional y fue decano de la Austral.
En tanto que Carlos Rosenkrantz tiene buena relación personal porque ambos fueron, con García Mansilla, abogados corporativos de grandes empresas en distintos sectores. La llegada de García Mansilla a la carpeta de Milei, según señalaron en la Casa Rosada, viene por impulso de María Ibarzábal Murphy, secretaria de Planeamiento Estratégico Normativo, que depende de la secretaría general de la Presidencia, Karina Milei, pero que tiene una relación de amistad con el asesor presidencial Santiago Caputo. Ibarzábal es una de las candidatas para ocupar el cargo de secretaria legal y Técnica si renuncia Javier Herrera Bravo, que acusa problemas personales.
«María Ibarzabal es una mujer de confianza de Santiago Caputo y viene del mundo próvida, celeste, y fue alumna de García Mansilla en la Universidad Austral», señalaron a iProfesional fuentes vinculadas con el entorno de Milei.
Ariel Lijo, el juez que más le importa a Javier Milei
El caso de García Mansilla no viene por el lado del mundo de los operadores judiciales, como sí es el caso de Ariel Lijo. El nombre del juez federal llegó por medio de los contactos que Milei y Karina Milei construyeron con Daniel Scioli y con su amigo Guillermo Scarcella, exfuncionario judicial, operador en Tribunales y en el sciolismo.
Scarcella solía invitar a sus pagos de Tandil a Karina Milei durante la campaña para diversas actividades políticas y llevó al entorno al núcleo duro judicial de Milei compuesto por Alfredo «Fredy» Lijo, Santiago Viola y su madre Claudia Balbín, todos impulsores de Lijo al igual que Ricardo Lorenzetti porque son un núcleo de poder en Comodoro Py. Claudia Balbín es íntima amiga de la jueza federal María Romilda Servini, «La Chuchi», que recibió por sorteo manual la causa por estafa de la cripto LIBRA.
Santiago Viola es hijo de Balbín y es apoderado de La Libertad Avanza, por lo cual tramita todos los trámites partidarios con su «tía» Servini de Cubría y también es uno de los candidatos a reemplazar a Herrera Bravo en la Secretaría Legal y Técnica. Todos ellos son amigos de Fredy Lijo, Scarcella y Ariel Lijo, cuya jura quedó postergada hasta por lo menos el jueves próximo en la Corte.
«El jueves le toman juramento a Lijo», señalaron a iProfesional en la Casa Rosada. Lijo es el único juez que le importa a Milei porque le garantiza una relación fluida con los tribunales federales de Comodoro Py.
Sin embargo, al malestar del peronismo en el Senado se sumaría ahora el mal clima por la jura de García Mansilla. Es un magistrado que abraza los valores provida, al igual que un sector del gobierno de Milei, en la batalla cultural «anti woke» y por ese mismo motivo tiene el rechazo de muchos senadores peronistas kirchneristas, radicales como Martín Lousteau, o del PRO como Guadalupe Tagliaferri, que son verdes y abanderados del aborto y la ideología de género. Es por ello que García Mansilla no tenía aprobación de la Comisión de Acuerdos del Senado, algo que Lijo logró con solo 9 firmas, el mínimo para poder pasar al recinto.
García Mansilla no pudo pasar el examen de la Comisión de Acuerdos del Senado porque esos senadores abominan de su trayectoria en la Universidad Austral. Eso podría sumar otro elemento de conflicto para reabrir los pliegos y poner a ambos jueces a consideración del Senado.