El Colón cierra su temporada con La bayadera, el ballet más exótico del gran Marius Petipa y que Occidente no conoció por 90 años

El Ballet del Colón cierra su temporada 2024 con la gran producción de La bayadera, coreografía original de Marius Petipa y música de Ludwig Minkus, en una reposición de Mario Galizzi. Esta es la última tarea del director Galizzi con la compañía oficial, de la que se hizo cargo en febrero de 2022 después de la renuncia de Paloma Herrera.

Galizzi ha estado vinculado al Teatro Colón desde que ingresó como bailarín en 1978; fue director del Ballet en dos oportunidades anteriores y ha repuesto títulos muy importantes del repertorio académico, como El lago de los cisnes y La bella durmiente.

Pero esta versión suya de La bayadera surgió de una manera no prevista: en principio era la creación de Rudolf Nureyev la que se presentaría -por primera vez en la histona del Ballet del Colón- como última producción de este año.

Hay tres versiones importantes de esta obra estrenada originalmente en 1877: la de Vajtang Chabukian (1941 con el Ballet Kirov); la de Natalia Makarova (1980, para el American Ballet Theatre), que el Teatro Colón incorporó en 2003; y la de Rudolf Nureyev (1992, para el Ballet de la Ópera de París).

Una obra oculta

La bayadera, que narra la historia de los amores contrariados entre el guerrero Solor y Nikiya, bailarina sagrada de los templos, permaneció durante casi noventa años totalmente desconocida para el público de Occidente. Recién en 1961, durante una gira europea del Ballet Kirov, el público parisino y londinense pudo descubrir esta joya exótica del repertorio de Marius Petipa.

«La bayadera», una de las obras cumbre del gran coreógrafo Marius Petipa.

Dicho sea de paso, fue en esta misma gira que un joven y prodigioso bailarín soviético fascinó al público hasta el delirio: era Rudolf Nureyev, que antes de que la compañía regresara a San Petersburgo, pidió asilo en el aeropuerto de Orly de París en un operativo digno de una película de espías.

Si nos remontamos mucho más atrás en el tiempo, podemos reconocer algunas circunstancias que quizás influyeron en la creación original. Por un lado, un muy joven Marius Petipa había visto en la Ópera de París la ópera-ballet El dios y la bayadera, cuya protagonista era la legendaria Marie Taglioni.

Por otro lado, más o menos para la misma época, un grupo de auténticas bailarinas sagradas de la India se habían presentado en París. El escritor y crítico Téophile Gautier dejó una crónica de esta visita que luego le sirvió de inspiración para el libreto de un ballet cuya coreografía fue creada por Lucien Petipa, hermano de Marius.

Finalmente, el propio Marius estaba muy atento a las novedades del momento y entre 1875 y 1876 el Príncipe de Gales había visitado la entonces misteriosa India.

Como fuera, al crear su ballet lo dotó de todo aquello que más le atraía: intrigas melodramáticas, vestuarios suntuosos, escenografías opulentas, muchos divertimentos y grandes masas de bailarines en el escenario.

Rudolf Nureyev deslumbró en París y Londres, cuando «La bayadera» llegó a Occidente.

Qué versión se verá en el Colón

En cuanto a este flamante montaje de Mario Galizzi, él mismo cuenta: “La primera vez que vi La bayadera fue sólo el acto completo de “Las Sombras” (nota: la escena más sublime y perfecta de este ballet). Ocurrió en 1969 en el Covent Garden de Londres con Antoinette Sibley y Rudolf Nureyev. Todavía lo veo como si fuera hoy: el descenso de las bayaderas por una rampa me impactó coreográficamente; ese único movimiento repetido una y otra vez es una genialidad”.

Continúa: “Posteriormente vi en la Ópera de País la versión completa, fantástica, de Nureyev, que quise traer al Colón y que por determinadas circunstancias no se pudo realizar. Me puse entonces a investigar la versión de Vajtang Chabukian -que falleció en 1992- , a quien conocí personalmente. Él pasó un año dando clases al Ballet del Colón y recuerdo que montó aquí un pas de deux de esta obra; también hablé mucho sobre el personaje de Nikiya con Gabriela Komleva cuando estuvo en Buenos Aires; ella ya había dejado de bailar y se dedicaba a enseñar en todo el mundo; pero se puso las zapatillas de punta y nos bailó, a mi hija Agustina y a mí, esa tremenda variación en la que Nikiya es mordida por una serpiente; algo muy difícil también de borrar de la memoria”.

Mario Galizzi. En el Teatro Colon se verá su versión de «La bayadera». Foto: Ariel Grinberg

La versión original La bayadera concluye con un epílogo que sigue al “Acto de las Sombras”, un sueño de Solor adormecido por el opio. El epílogo es la boda de Solor con la princesa Gamzati en un templo hindú. Como una venganza de los dioses por la traición de Solor hacia Nikiya, el templo se derrumba devorando a los novios, el rajah, el brahmán y los invitados. Pero Solor se reencontrará con Nikiya en un paraíso en las cumbres del Himalaya.

La versión de Makarova conserva este epílogo, que por otra parte requiere una muy complicada maquinaria escénica. En cambio, Chabukian y Nureyev lo eliminaron.

Galizzi: “Yo también eliminé el epílogo. Creo que después del “Acto de las Sombras”; no hay nada que pueda superarlo como cierre”.

Información

La bayadera se estrena este martes 17 de diciembre a las 20 en el Teatro Colón. Habrá nueve funciones en diferentes horarios (ver https://teatrocolon.org.ar). El ciclo cierra el 29 de diciembre. En la función de estreno Nikiya será interpretada por Camila Bocca y Solor, por Federico Fernández.

Más Noticias

Noticias
Relacionadas