En una nueva confirmación del fuerte disciplinamiento que ejerce Javier Milei sobre su tropa de funcionarios, Juan Pazo desembarcará en las próximas horas como el nuevo titular de ARCA. Esa fue la salida que encontró Luis Caputo ante la decisión intempestiva del Presidente de deshacerse este sábado de Florencia Misrahi, una funcionaria que ya estaba en la mira del gobierno y cuya suerte se terminó de definir en los últimos días.
«La decisión fue del Presidente y le dio la derecha a Toto para que ponga a personas de su extrema confianza, con Juan en ARCA, un líder de primera, es una decisión de la mesa supermegachica«, señalaron fuentes oficiales en referencia al círculo de confianza del jefe de Estado apodado por Milei como el «triángulo de hierro», donde él toma las decisiones junto a su hermana Karina Milei y su asesor predilecto, Santiago Caputo.
Si bien Misrahi desembarcó en la exAFIP recomendada por la mujer de Caputo, en su gestión nunca pudo desplegar un equipo propio -solo incorporó a dos personas- y fue ganando enemigos. El último capítulo se abrió el pasado 29 de noviembre a partir de los cambios en el clasificador de actividades económicas (CLAE), una decisión que según el gobierno implicaba cobrarle «impuestos» a los youtubers e influencers.
En los hechos, la resolución 5607 incorpora 15 nuevos códigos de actividad vinculadas a la economía digital. Para varios tributaristas, el argumento oficial es una excusa, ya que los impuestos solo pueden crearse por ley. Sin embargo, fuentes cercanas al sector de la industria del conocimiento advirtieron que las modificaciones habrían desatado el enojo de grandes empresarios con llegada directa a Milei.
En concreto, la normativa sumó el nomenclador «631201», dentro del cual se incluye el «servicio de intermediación mediante plataformas de gestión electrónica en la compraventa de bienes nuevos, usados, registrables y no registrables, alimentos y/o bebidas», cuando el régimen de promoción de la industria del conocimiento no contempla a las plataformas electrónicas, sino a la creación de «software y servicios informáticos y digitales», entre otros rubros.
Ese cambio obligaría a Mercado Libre y Despegar a inscribirse como desarrolladores de plataformas de venta de bienes y servicios. «Quizás no lo estén viendo porque parece una resolución muy inocente, pero les cambia el nomenclador a actividades de compañías promovidas por la ley y las saca del nomenclador cubierto por la ley, es un golpe», señaló un especialista, mientras en ARCA, Mercado Libre y Despegar no respondieron a la consulta de Clarín.
Más allá de esa discusión, Misrahi ya venía siendo cascoteada desde octubre, cuando Santiago Caputo impulsó la designación Andrés Edgardo Vázquez en nueva DGI y José Andrés Vélis al frente de la Aduana. Las tensiones quedaron expuestas con la negativa de la funcionaria a firmar sus nombramientos, lo que desembocó en la situación inédita de que en lugar de ser nombrados por el administrador, fueron designados por decreto.
Las designaciones se dieron en el marco de la disolución de la AFIP y su reconversión en la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA), una medida que cristalizó el avance del asesor Caputo y el Ministerio de Desregulación, encabezado por Federico Sturzenegger, sobre un área que hasta entonces estaba mayormente controlada por el ministro de Economía, lo que reavivó tensiones entre los Caputo.
El influyente consejero y el hombre que maneja prácticamente todos los resortes de la economía no se llevan bien, pero saben convivir. El primero es la figura con más poder en el gobierno después de Javier y Karina Milei y el segundo quien maneja los resortes de la economía. Tal como reveló este medio en octubre, la reestructuración de la AFIP hizo tambalear a Misrahi, pero el titular de Hacienda pudo limitar las ambiciones del asesor tras las sombras.
Ahora, Pazo tendrá el desafío de cerrar las internas dentro de ARCA y a su vez, concretar la reestructuración que quedó inconclusa con Misrahi, quien había quedado virtualmente afuera de dicho plan. El equipo de Economía y el de Sturzenegger terminarán en los próximos días de darle las últimas puntadas al plan que deberán presentar en Casa Rosada. El mismo, según quienes tienen acceso, prevé un fuerte achicamiento.
Desde diciembre, el organismo registró la baja de 776 trabajadores, la mayoría por jubilaciones. Pero el Gobierno ya anunció en octubre que busca despedir a 3.100 empleados, que supuestamente habrían ingresado con la gestión anterior. El decreto de creación de ARCA delegó a las autoridades la responsabilidad de crear una nueva estructura orgánica funcional en el término de 60 días. Ese plazo se cumplirá el próximo 22 de enero.