Los negocios bajo una triple presión: el dólar, Trump y la fractura social

En esta Argentina maestra del blanco o negro, asoman grises en la actividad económica. Se sintió en la tensa reunión de Junta de la UIA, el último martes. Los delegados del interior mostraron preocupación creciente ante la competencia del contrabando y los importados chinos.

Comentaban que el 65% de los sectores registra caídas del 10 al 20% en comparación con 2022, el año con el que hay que medir, dada la distorsión por el plan platita que significó 2023 y el retroceso que se padeció en 2024.

Eso sí, autos, motos, línea blanca y algo de alimentación básica mejoraron. Pero esa merma se siente: desde 2023 perdieron 37.000 puestos de trabajo sobre el 1,2 millón que ocupan las fábricas.

Citado en el necesario y recién publicado Milei de Juan Carlos de Pablo y Ezequiel Burgo, el economista italiano Alberto Alesina menciona la austeridad reactivante, una situación anhelada cuando el Estado se retira del gasto y deja espacio al sector privado. No parece ser éste el caso.

Tal vez, porque la presión fiscal es 38% si se cuenta con los beneficios del RIGI, cuando para una parte sustantiva de la industria alcanza al 50% de acuerdo a datos de la Oficina de Presupuesto del Congreso. “Es un año bravo y esperamos que en el próximo se logren reformas”, intentó tranquilizar el presidente de la UIA Martín Rappallini, que enfatiza en la estabilidad lograda.

Por cierto, la caída de la actividad deja a muchas compañías descalzadas con una deuda en pesos que ahora corre con tasas de interés al 40% anual y la exportación, que es una válvula de escape, está comprometida ya que aún con un tipo de cambio de equilibrio (¿$ 1.400?) la Argentina es 25% más cara que sus vecinos.

Dante Sica

Y hasta pagan retenciones que si bien se eliminaron para un 80% de los bienes, el 20% que queda con ese impuesto representa el 80% de los embarques de manufacturas.

Dante Sica, ex ministro de Trabajo e Industria en la gestión Macri, relativiza. “El consumo crece al mismo nivel de 2017. La baja de la inflación ayudó a recuperar poder adquisitivo en los salarios privados. Viene lenta la construcción, pero el resto está despegando”, asegura.

Fernando Moiguer, consultor especializado en Marketing y consumo.

Fernando Moiguer, finísimo analista de los cambios culturales del consumo, habla de una fractura en la clase media, cada vez más separada “entre la alta que mira a la clase alta que asume que ser rico ya no es un disvalor y la clase media que se asume cerca de ser pobre, ahogada por las cuentas. La novedad es que se avala a un gobierno que no le permite llegar a fin de mes”, desliza.

Los industriales se acomodan como pueden al “cambio de época” y al menos reconocen el acceso gracias a Vaca Muerta a un precio muy competitivo para el gas de US$ 4 el millón de BTU frente a los 12 que paga Brasil. Federico Sturzenegger les acaba de habilitar los bitrenes, esos camiones con extensión que cargan 75 toneladas. Podrán circular libremente por todas las rutas salvo pasar por unos 100 puentes que no pueden soportar semejante peso.

El ministro Federico Sturzenegger

Ese y otros anzuelos, sin embargo, no parecen suficientes para la inversión extranjera. La visita de Antonio Garamendi, el empresario español presidente de la poderosa Confederación Española de Organizaciones Empresariales, dejó perplejos a varios. Dio a entender que la historia nos condena por el default y la ruptura de contratos.

Es lo que explica que en México y Brasil se contabilicen 4.000 compañías españolas y en Argentina apenas 300. “Sin reformas Argentina es inviable”, apuró.

En eso anda, precisamente, el ministro desregulador Sturzenegger. Siempre instalado en las urgencias, busca tener listo los proyectos de las reformas jubilatoria, fiscal y laboral para el 10 de diciembre mientras sigue “derribando murallas” del Estado, dicen cerca suyo.

Aún no se dio vuelta la taba, pero estamos mucho mejor”, sostienen en el campo. Según Gustavo Idígoras, presidente de la Cámara que nuclea a las mayores exportadoras del agro, con la baja de las retenciones en los campos alquilados, que son el 80% en el país, se pasó de perder US$ 90 a US$ 20 por hectárea de soja.

Gustavo Idigoras

“La respuesta para atenuar ese rojo en un escenario de cotizaciones bajas es incrementar la producción. Se esperan entre 7 y 9 millones más de toneladas de soja y 4 a 5 millones más de maíz. En divisas, unos US$ 3.000 millones adicionales”, se jugó.

A todo esto y en parte gracias a Trump, llegan funcionarios de Beijing en busca de un “proveedor confiable de alimentos”. Y se instalará la China Petroleum Corporation, algo así como una YPF que cambiará máquinas y equipos por granos. Tienen acuerdo con la cooperativa ACA y AGD de la familia Urquía.

En Cancillería no temen que este tipo de relación entorpezca la negociación que llevan adelante por los aranceles. Demasiados ojos están puestos en ese resultado.

Hay casos, como el de Javier Tizado, con contratos por US$ 90 millones en ventas de sus transformadores eléctricos de gran tamaño en EE.UU. con clientes como las filiales de la italiana Enel, la española Iberdrola, la eléctrica de Warren Buffet o Meta. Pagaban 1,65% de arancel y les saltó al 10%.

Peor es el escenario para el acero y aluminio con el 50% en cada caso. La merma productiva se nota en las plantas de Tenaris y de Aluar. Mientras, la baja de la cotización internacional del crudo ya puso en alerta a Vaca Muerta.

En este difícil escenario, se terminó de concretar la transferencia accionaria de Aconcagua, con una deuda de US$ 346 millones que no pudo afrontar en parte. Pasó a manos de Tango, la sociedad que armaron Vista de Miguel Galuccio y el coloso basado en SingapurTrafigura.

La CEO de Aconcagua, Mariana Schoua, es también la presidenta de AmCham, la cámara de las multis de Estados Unidos. Sus fundadores los ex YPF, Diego Trabucco y Javier Basso, se quedaron con el 10%.

Sutil, la economista Marina Dal Poggetto desnuda otra realidad. Recuerda un axioma de la cultura milenaria oriental ante los errores: dar la media vuelta y seguir adelante. En su visión, es lo que hace el Gobierno. ¿Qué le preocupa? Ese punto de inflexión cuando se levantó el cepo sin la acumulación de reservas y un calendario agobiante de vencimientos: este mes $ 19 billones, de esa montaña 13 billones vencen la semana que viene. “Es un tercio de la base monetaria”, advierte.

Marina Dal Poggetto

Fuera de las luces de los canales de streaming, en Economía admiten “que las negras también juegan”, en obvia alusión a la volatilidad del dólar en el año electoral.

Afirman que la estrategia consiste en no dejar que se escape la divisa pero se los ve cómodos con el 15% de suba que tuvo en julio y que dotó de mayor competitividad a la producción, aunque el costo se traduzca en una variación de la inflación. ¿Y los vencimientos? “Tenemos con qué, hay $ 20 billones en el Tesoro”, afirman.

Entretanto, hay otros negocios que se cocinan en ámbitos exclusivos como el country Martindale tan frecuentado por Santiago Caputo y donde habita parte del clan Neuss, hoy detrás del Belgrano Cargas y de las represas del sur en sociedad con la familia Dragonetti.

Curioso, una de las noticias alentadoras en materia de inversión vendrá de la otra orilla. Eduardo Batista, asesor ad honorem de Milei, creó una ciudad inteligente en Colonia por la cercanía con Buenos Aires y el atractivo del paisaje. Con créditos a la uruguaya, a 22 años, y tasa más baja que la de Estados Unidos una tecnológica europea, cuyo nombre mantiene en reserva, le compró 200 unidades.

La nueva comisión directiva del Consejo Interamericano de Comercio y Producción (CICyP) en Argentina. Su titular, Bettina Bulgheroni, abajo al centro.

Algo de esto se hablará en el próximo almuerzo del Cicyp el próximo 28 en el Alvear. Allí se presentará oficialmente a su flamante y activa presidenta, Bettina Bulgheroni, a la sazón muy amiga de Karina Milei. El invitado de honor no podía ser otro que Javier Milei.

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