En una carta pública sin precedentes, rectores de las principales universidades de Israel reclamaron al primer ministro que ponga fin al sufrimiento civil en Gaza. Denuncian discursos oficiales que promueven la destrucción total del enclave y advierten sobre posibles crímenes de guerra.
“El hambre en Gaza debe detenerse ahora”
En un gesto inusual y contundente, los rectores de cinco universidades israelíes enviaron una carta pública al primer ministro Benjamin Netanyahu, exigiéndole que adopte medidas inmediatas para enfrentar la catástrofe humanitaria en la Franja de Gaza.
Los firmantes representan a instituciones de alto prestigio: la Universidad de Tel Aviv, la Universidad Hebrea de Jerusalén, el Instituto Weizmann de Ciencias, el Instituto Tecnológico de Israel (Technion) y la Universidad Abierta de Israel.
En el texto, los rectores piden al gobierno israelí que “instruya a las fuerzas de seguridad para ampliar el esfuerzo humanitario y resolver de inmediato la hambruna que amenaza a millones de personas en Gaza, incluidos bebés y niños”.
Apelando a la historia del pueblo judío, afirman: “Como pueblo que ha padecido hambrunas, expulsiones y genocidios a lo largo de la historia, no podemos quedarnos en silencio ante el sufrimiento extremo de inocentes”.
Denuncia de discursos oficiales “inmorales e ilegales”
La carta también alerta sobre expresiones públicas de ministros y funcionarios israelíes que han justificado una destrucción total de Gaza y el desplazamiento forzado de su población.
Los rectores advierten que: “Tales declaraciones son inmorales, ilegales y pueden constituir crímenes de guerra y de lesa humanidad según el derecho internacional, y podrían incluso exponer a Israel a acciones judiciales en tribunales internacionales”.
También sostuvieron que los voceros oficiales del gobierno Israelí “fomentan la destrucción deliberada de la Franja de Gaza y el desplazamiento de civiles”.
Además, critican propuestas como la de instalar una “ciudad humanitaria” en Rafah, a la que comparan con un campo de concentración: “No podemos aceptar que el Estado judío, que surgió después del Holocausto, cree guetos o campos donde se prive a una población entera del acceso a comida, agua o medicinas”.
Reacción oficial: negacionismo y acusaciones
El gobierno israelí reaccionó con dureza. El ministro de Educación, Yoav Kisch, acusó a los rectores de ser funcionales a una “campaña propagandística de Hamás”.
Por su parte, Netanyahu niega la existencia de una hambruna en Gaza y sostiene que Israel está cumpliendo con sus deberes morales. Sin embargo, organismos internacionales y ONG humanitarias —incluidas algunas israelíes como B’Tselem— documentan una situación de emergencia humanitaria sin precedentes.
Algunas grietas
Ante el brutal genocidio que perpetra el Estado de Israel sobre el pueblo Palestino, el sionismo no puede tapar los ojos del mundo. La Marea Roja de solidaridad con Palestino sigue extendiendose a lo largo y ancho del globo exponiendo los crimenes del “pueblo de dios”.
La presión a nivel internacional es tan grande que obligó que incluso el gobierno de Francia — aun de forma limitada y con una estructura imperialista— declarará que va a reconocer oficialmente al Estado palestino.
En ese marco, donde ya son más de 60 mil los asesinados en la Franja de Gaza y millones se encuentran desplazadas o sin acceso a alimentos básicos, se produce estas grietas en las propias instituciones israelitas que tradicionalmente han sido usinas del sionismo.
Mientras el ministro de Defensa, Israel Katz, declaró que “se abrirán las puertas del infierno en Gaza”. Los rectores afirman: “Debemos evitar que nuestras futuras generaciones miren hacia atrás y se pregunten cómo fue posible que nos mantuviéramos indiferentes ante semejante sufrimiento humano”.
Es necesario seguir extendiendo la marea roja de solidaridad con el pueblo palestino y apoyar el reclamo por una Palestina única, laica, democrática y socialista