Las 10 cosas que hicieron de René Favaloro un genio marca nacional

A mediados del siglo XX, enfrentar una. La medicina hacía lo que podía, pero el margen de maniobra era muy limitado. Los cardiólogos recetaban nitroglicerina, reposo, y mucha resignación.

Para los pacientes con angina de pecho incontrolable o con infartos repetidos, el pronóstico era sombrío: una vida limitada, marcada por el dolor, el miedo constante a un nuevo episodio, y en muchos casos, una muerte prematura.

En los quirófanos los cirujanos cardíacos intentaban maniobras que hoy parecen salidas de otro tiempo. Una de ellas era la ligadura de la arteria mamaria interna: se ataba una arteria torácica con la esperanza de que, al cerrarse, la sangre “se desviara” hacia el corazón por otras vías.

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Otra técnica era la endarterectomía, una cirugía de altísimo riesgo en la que se abría directamente la arteria coronaria para extraer manualmente las placas de colesterol que la obstruían. Había también procedimientos aún más experimentales.

Todo era, en el mejor de los casos, un parche con escaso o nulo impacto en reducir la mortalidad cardiovascular de origen isquémico necrótico.

René Favaloro: el vikingo de la medicina argentina, en 25 máximas

Fue en ese escenario incierto donde, en 1967, un médico argentino cambió la historia. En la Cleveland Clinic, el Dr. René Favaloro realizó la primera cirugía de by pass aortocoronario con vena safena. La lógica era sencilla, pero poderosa: tomar una vena de la pierna del propio paciente, conectarla desde la aorta hasta después de la obstrucción coronaria, y así crear un nuevo camino para que la sangre llegara al corazón. Un puente. Una nueva oportunidad.

El procedimiento fue un éxito. Y con él, se abrió un camino no solo en el cuerpo del paciente, sino en la historia de la medicina.

A partir de entonces, el bypass coronario se convirtió en una de las cirugías más practicadas del mundo. Salvó millones de vidas.
Actualmente la cirugía de revascularización miocárdica continúa siendo una piedra angular en el tratamiento de la enfermedad coronaria compleja y se sigue practicando la misma técnica con algunas variantes como utilizar puentes arteriales dado que los puentes venosos tienen menor durabilidad o mayor predisposición a su obstrucción.

También se progresó mucho en las cirugías de revascularización miocárdica, sin utilizar la bomba de circulación extracorpórea, para evitar la inflamación luego de su utilización y favorecer de este modo , una mayor rapidez en la recuperación del paciente.

Por otro lado las técnicas percutáneas también evolucionaron mucho, con el desarrollo de mejores stents farmacológicos y nuevas técnicas.

Se sigue practicando la misma técnica dreada por el Dr. Favaloro, con algunas variantes como utilizar puentes arteriales dado que los puentes venosos tienen menor durabilidad o mayor predisposición a su obstrucción»

Sin dudas, el legado científicode René Favaloro en las cirugías cardiovasculares marcó un hito en la medicina, pero no fue su único y ni siquiera, tal vez su mejor aporte a la ciencia. Su pilar es como persona y profesional y todo ese conjunto continúa muy vigente.

Es nuestra responsabilidad transmitir sus valores, sus mensajes y sus enseñanzas a las nuevas generaciones y, como decía el Dr. René Favaloro: “San Martín no es un nombre para calles y plazas; es una conducta que debemos imitar”.

Ocho minutos que pueden evitar la muerte

Nosotros no debemos tener solo la foto de René Favaloro en nuestros consultorios médicos, debemos mantener vivos su ideales, que son aplicables a la vida, a la ciencia y a las instituciones que las llevan acabo.

Estos son los pilares con los que el Dr. René Favaloro ejerció la medicina y hoy son su legado:

  1. Honestidad y ética en los principios. promover una ciencia sin tajos, basada en el rigor, la transparencia y la verdad. Combatir el oportunismo académico y el uso político de la investigación.
  2. Trabajar con pasión, esfuerzo y sacrificio.
  3. Compromiso con el país y el bien común. Fomentar investigaciones que respondan a las necesidades reales de la sociedad: salud pública, educación, desarrollo regional, acceso equitativo a la tecnología y el conocimiento.
  4. Humildad en la práctica y grandeza en los fines. Escuchar al paciente, evitar el ego profesional, actuar con empatía.
  5. Educación como motor transformador. René Favaloro insistía en la educación como base del progreso. Invertir en formación científica desde edades tempranas. Democratizar el acceso a la educación superior y al conocimiento científico.
  6. Vocación de servicio. Revalorizar la vocación científica como un camino de entrega, no como un escalón de prestigio.
  7. La verdad como única opción. Hay que sacrificarlo todo en aras de la verdad y nada más que la verdad. Decir siempre en voz alta lo que se piensa por dentro.
  8. Austeridad y coherencia. Administrar los recursos científicos con responsabilidad. Exigir coherencia entre el discurso científico y la práctica institucional.
  9. El único premio verdadero es el que proviene del placer espiritual, limpio y sereno del deber cumplido.
  10. Patriotismo. Impulsar una ciencia nacional que dialogue con el mundo, pero que no olvide sus raíces ni sus compromisos con el pueblo argentino. Amor comprometido con la justicia social, la libertad y el bienestar del pueblo.

René Favaloro, el médico que entregó su corazón al país

El legado de René Favaloro trasciende largamente su célebre aporte técnico a la medicina. Su verdadera herencia está en la mirada humanista que impregnó cada paso de su trayectoria, desde los modestos consultorios rurales de Jacinto Aráuz hasta los quirófanos más avanzados del mundo.

Fue, ante todo, un médico profundamente enamorado de su vocación, un trabajador incansable que enseñó con el ejemplo que la ciencia también puede —y debe— estar al servicio de la dignidad humana. Por eso, su huella no tiene fecha de vencimiento: seguirá iluminando el camino de quienes entienden que hacer ciencia es, en el fondo, una forma de servir.

*Médico Cardiólogo Itinerante; Secretario Científico del Consejo Doppler Cardiaco y Vascular SAC; co fundador y Director Médico de Cardiopatagonia.

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