La Cámara Nacional Electoral le asestó un revés político a Mauricio Macri al dejar sin efecto la intervención del PRO Córdoba, medida que el exmandatario había impulsado a fines de 2024. La resolución judicial respondió a un recurso presentado por el diputado nacional Oscar Agost Carreño, quien había sido desplazado de la conducción del partido en la provincia.
La resolución sostiene que la sesión del Consejo Directivo del PRO nacional que ordenó la intervención “no cumplió con los requisitos esenciales”, y por lo tanto declara inválida la decisión tomada el 13 de diciembre del año pasado. De esta manera, el fallo devuelve a Córdoba el control sobre la conducción del partido, limitando el poder de intervención desde Buenos Aires.
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“No somos una sucursal”
Oscar Agost Carreño, referente del espacio en Córdoba y enfrentado desde hace tiempo con Macri, celebró la sentencia como un acto de justicia partidaria:
«Se reafirma lo que siempre defendimos: la vida interna de los partidos no puede ser manoseada desde Buenos Aires».
Desde que asumió como diputado, Agost Carreño no integra el bloque oficial del PRO en el Congreso, ya que forma parte de Encuentro Federal, liderado por Miguel Ángel Pichetto, donde confluyen exmacristas como Emilio Monzó y Nicolás Massot y los diputados que responden a Martín Llaryora y Juan Schiaretti.
Tras ser apartado de la presidencia del partido local, Agost Carreño judicializó la decisión. Aunque en un primer momento la jueza María Servini falló en su contra, la Cámara Nacional Electoral revocó esa decisión esta semana. “No aceptamos que nos marquen el rumbo desde escritorios porteños. Córdoba no es sucursal de nadie”, sentenció el legislador.
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Macri, Alonso y Leis: el intento de control desde Nación
La intervención del PRO Córdoba había sido oficializada pocos días después de que Agost Carreño convocara a elecciones internas para febrero de 2025. En un primer momento, Macri designó como interventora a Laura Alonso. Luego, en abril, nombró en su reemplazo a Henry Leis, exfuncionario de ANSES, para comandar el partido en la provincia.
Desde el entorno de Agost Carreño consideraron que la medida fue una represalia política por su alineamiento independiente en el Congreso nacional. Con esta decisión de la Cámara Electoral, se cierra –al menos por ahora– una etapa de fuerte tensión entre el PRO nacional y su expresión cordobesa, que busca construir un partido con autonomía y raíces federales.