Traer maquinaria usada de afuera es un premio consuelo para el productor y pone en riesgo al sector

El gobierno Nacional derogó la exigencia del Certificado de Importación de Bienes Usados (Cibu), un trámite que llevaba más de tres décadas vigente y que restringía el ingreso de maquinaria usada al país.

La medida, oficializada este miércoles mediante el Decreto 273/2025, fue criticada por varios sectores, entre ellos la Unión Industrial Argentina (UIA) que advirtió que “autorizar el ingreso de maquinaria usada –que no pasa por los controles técnicos, de calidad y seguridad a los que es sometida la producción nacional– constituye un riesgo para la seguridad de los trabajadores y calidad de los productos, así como una competencia absolutamente desleal”.

No fue la única crítica: desde la Asociación de Fabricantes de Maquinaria Agrícola y Agrocomponentes de Córdoba (Afamac) pusieron el grito en el cielo y a través de un comunicado señalaron que “la eliminación del certificado de importación de Bienes Usados (Cibu), en vez de suponer una mejora de funcionamiento del mercado, es un riesgo por una competencia desleal a un sector que sufre las altas distorsiones estructurales locales”.

Gustavo Piccioni, presidente de la entidad, dialogó con Perfil Córdoba y brindó precisiones sobre la posición del sector.

“Según nos explicaron, el objetivo del decreto es profundizar el proceso de reapertura económica y reactivación. Lo justifican asegurando que se hace justicia con la libertad del mercado y busca afianzar la estabilidad de precios, además de la falta de competencia. Consideran que provocará la disminución de precios de aquellos artificialmente elevados que provo can falta de competencia y transferencia”, sostuvo.

—¿Sucede eso con los precios?

—Nuestra respuesta es con otra pre gunta: ¿están realmente artificialmente elevados? ¿Cuál es la causa de que estén elevados? Ahí nos damos cuenta de nuestra pérdida de competitividad. Argentina, en el World Ranking de Competitividad de 2020, terminó 66 de 67. ¿Nosotros somos la causa o la con secuencia? En Argentina tenemos en contra la presión impositiva, el costo laboral, la falta de financiamiento, los costos logísticos y la estabilidad ma croeconómica. Ahora, el punto de la es tabilidad macroeconómica mejoró, pero aún faltan las otras. Esto es el resultado de un sector que sufre distorsiones es tructurales desde hace mucho tiempo.

—Hay productores que se muestran asombrados por el valor de la maqui naria agrícola nacional, en compa ración con lo que vale en países ve cinos y aseguran que de parte de las industrias había una especie de caza en el zoológico. ¿Qué responde a ese planteo?

—Somos unas 1.200 empresas las que integramos esta cadena, por lo que hay una competencia. Agropartes, ter minales, sembradoras, tolvas, mixer, cabezales, son una parte del sinnúmero de maquinarias que hay en este rubro. Es un mercado grande y pierde sustento esa analogía. La tecnología agropecuaria argentina es valorada en el mundo, cuál es el problema. ¿Por qué no mejoramos ingresos y costos también para el productor, a quien le están pegando las retenciones? ¿Por qué no hacemos reformas para que puedan adquirir mejores bienes de capital, en vez de traer maquinaria usada? Yo lo entiendo al productor cuando se queja de los precios, pero la solución pasa por otro lado. También el campo tiene que ser más competitivo y mejorar su ganancia. No es la mejor opción traer maquinaria usada: es un premio consuelo y pone en riesgo nuestra competencia.

—¿Qué se pone en juego en este riesgo que plantean desde la Cámara?

—El primer eslabón son las maqui narias de fabricantes, y por detrás todos los proveedores, la maquinaria agrícola en Argentina tiene cinco o seis generaciones, hay un know how adquirido. Esto es por etapa: primero lo sentirán las terminales y luego los fabricantes de agropartes. Estimamos que de manera directa, el sector les da empleo a unas 40.000 personas, pero si lo traducimos a toda la cadena de va lor creemos que superan los 100.000.

Además, es una industria que se de sarrolla en el interior del interior. El 95% se encuentra ubicado en el interior provincial y ahí se va a sentir, por eso pregonamos por una inserción inteli gente al mundo.

No desconocemos la necesidad, pero pedimos evaluar los tiempos y las formas porque corremos el riesgo que el remedio sea peor que la enfermedad. Si no acompañamos con ganancias efectivas de competitividad al sector, va a haber graves consecuencias. Hay que alinear los tiempos de todos para hacernos más competitivos con este grado de apertura.

Más Noticias

Noticias
Relacionadas

Avanza el cónclave tras la muerte del papa Francisco

Los cardenales llevaron a cabo la primera...

Quién es el sobrino-nieto de Bergoglio que juega en el fútbol italiano

El papa Francisco dejó este mundo en...

La historia más esperada y sus secretos

Desde la tranquila localidad de Martínez, en...