A casi una semana de la desaparición de Lian, el nene de tres años que fue visto por última vez en Ballesteros Sud, provincia de Córdoba, la justicia de esa provincia ordenó un allanamiento que se realizó este viernes en la casa de una curandera de Jujy conocida como «La Abuelita».
El fiscal que supervisó el operativo, José Alfredo Blanco, le informó al sitio El Tribuno de Jujuy que la «La Abuelita», que es una mujer de 74 años, se definió como curandera y confirmó que viaja seguido a Córdoba para asistir a «integrantes de la comunidad boliviana» en esa provincia.
De hecho, «La Abuelita» estuvo en Ballesteros Sud justo antes de que se denunciara la desaparición de Lian: el fiscal Blanco precisó que la mujer «indicó que viajó a Córdoba el pasado 14 de febrero y regresó el sábado 22», y también «declaró que llevaba consigo un bolso grande con ropa».
Justamente el sábado 22 de febrero fue el último día en que la familia de Lian lo vio en su casa. Esta semana el padre del nene, Elías Flores, declaró a medios de Córdoba que temía que su hijo hubiese sido víctima de «una venganza» y deslizó «que alguien lo tiene».
padre lian flores
Durante el allanamiento de este viernes en Jujuy se secuestraron celulares, pasajes de colectivo y un bolso con ropa que serán analizados por si acaso pudieran ayudar a obtener información que pueda ser relevante sobre su visita más reciente a Ballesteros Sud.
«Consultamos a la Fiscalía de Córdoba si se procedía a la detención de la mujer, nos respondieron que no, que se realicen las entrevistas que fueron tomadas a todos los que vivían con ella, al marido y a los hijos. En la entrevista la mujer expresó que no tiene parentesco con el niño desaparecido», destacó Blanco sobre su labor después del operativo.
Los investigadores creen que podría haber una conexión entre la familia de Lian -que es de nacionalidad boliviana pero lleva cuatro años viviendo en Córdoba- y la actividad de «La Abuelita» en esa comunidad.
El fiscal Blanco detalló que la mujer confirmó que «en Córdoba hace curanderismo, y que si bien son de la comunidad boliviana, están en mejor posición económica. Además de pagarle le regalan ropa, calzado, juguetes, que ella trae y entrega a familiares y conocidos».
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