Un «naranjita», como se conoce en Córdoba a los cuidacoches, fue grabado este sábado mientras destrozaba una motocicleta en el centro de la ciudad. El incidente tuvo lugar cerca de la intersección de las calles Obispo Oro e Ituzaingó, en una de las zonas más transitadas de Córdoba.
Hacia la noche, la Policía de Córdoba confirmó que el vehículo afectado pertenecía a otro «trapito». Según las autoridades, la situación fue el resultado de un altercado entre los involucrados, lo que terminó con la detención de tres personas, todas ellas «naranjitas».
En el video difundido por el Centro Vecinal Nueva Córdoba, se observa cómo uno de los hombres, visiblemente alterado, descarga su furia contra la moto. “Es imposible vivir así”, señalaron desde la cuenta en la red social X.
Junto con las imágenes del incidente, el Centro Vecinal de Nueva Córdoba publicó un mensaje en su cuenta de X (anteriormente Twitter) para expresar su malestar. “Es imposible vivir así”, lamentaron, y agregaron que los “naranjitas”, quienes «no tienen autorización para trabajar en la zona, están causando serios inconvenientes a los residentes». El comunicado finalizó con una fuerte crítica: “Todo muy de terror”.
El incidente ocurrió en el barrio Nueva Córdoba, donde tres personas resultaron detenidas.
La recurrente problemática con los «naranjitas», denunciada desde hace años por los vecinos, llevó a que en agosto de este año se debatiera en la Legislatura Unicameral de la Provincia de Córdoba un proyecto para tratar la prohibición de esta actividad. La iniciativa, que finalmente no prosperó, fue impulsada por el legislador Gregorio Maqueda de Juntos por el Cambio (JxC).
El proyecto apuntaba a modificar el artículo 60 del Código de Convivencia, penalizando “con hasta seis días de trabajo comunitario y multas de 12 Unidades de Multa o arresto de hasta tres días» para quienes, «no siendo funcionarios públicos designados para tal tarea, exigieran retribución económica por permitir el estacionamiento o alegar el cuidado de vehículos en la vía pública”.
En octubre pasado, ante la continuidad de los conflictos entre conductores y «trapitos», el Ministerio Público Fiscal de la provincia anunció un protocolo de acción para prevenir y disuadir cobros «excesivos» por parte de los cuidacoches.
En ese marco, de acuerdo con lo comunicado en ese entonces, se realiza una primera instancia disuasiva en la que se les informa a los «naranjitas» sobre los límites de su actividad. «Ellos saben que a su trabajo no pueden tarifarlo, y mucho menos exigir el cobro por adelantado», explicó el fiscal Marcelo Fenoll. En caso de que no se cumpla la norma, aclaró: «Lo que aplica es una falta contravencional, sin embargo, si se trata de extorsión, las penas pueden alcanzar hasta cinco años de prisión».
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