El pasado viernes 13 de diciembre el futuro secretario de la presidencia de la República, Alejandro Sánchez del MPP, propuso un delirante «IVA Personalizado», lo que implicaría una reforma impositiva para aplicar el Impuesto al Valor Agregado de diferentes formas según el consumidor, lo cual además de ser abusivo, injusto, y disparatado, contraría la Constitución de la República que establece la igualdad ante la ley.
El IVA Personalizado significaría que según el paladar del gobernante de turno, tal consumidor pagaría una tasa de IVA y otro pagaría otra distinta, lo que se prestaría todo tipo de abusos y arbitrariedades.
En realidad la propuesta de Sánchez no es nueva. En julio de 2022 Martín Lema, entonces ministro de Desarrollo Social, propuso lo mismo.
«En lugar de exonerar el IVA a un producto determinado, la medida anunciada se focaliza en la situación socioeconómica de los hogares”, explicó Lema durante una conferencia de prensa en julio de 2022. A su entender, esto “es mucho más justo”.
El verso de siempre
Siempre la excusa es «ayudar a los pobres» o «pensar en lo más vulnerables». Son propuestas estatistas y dirigistas que además de injustas siempre terminan en un fracaso total.
Significa que el gobernante, con la fuerza coactiva del Estado, decide que determinados ciudadanos va a pagar un IVA del 22% y que otro ciudadano va a pagar un 5% de acuerdo a criterios arbitrarios que se le ocurran a ese gobernante.
Estas propuestas, que primero propuso Lema del Partido Nacional y ahora propone el tupamaro Sánchez, llevan a la ruina y a la miseria en el mediano y el largo plazo.
No tiene ningún sentido aplicar un IVA Personalizado a diferentes consumidores. Por más que la excusa sea que es para «redistribuir la riqueza».
Es el viejo verso de la izquierda, sacarle al que trabaja y se esfuerza para darle al que no lo hace.
Es la misma receta fracasada de Venezuela y de la Argentina de los Kirchner.
Prepotencia estatal, abusos impuestos excesivos, y destrucción del sector privado de la economía que es el que verdaderamente produce la riqueza.
Además, este tipo este tipo de medidas afectan directamente a los sectores medios de la sociedad. A la clase media uruguaya ya castigada con altos impuestos como el IRPF.
Estatismo trasnochado
Tanto Martín Lema como Alejandro Sánchez representan un estatismo trasnochado, que a la larga o a la corta funde a los países y destruye a la economía del sector privado que es la que verdaderamente saca los países adelante.
El peligro es que el IVA personalizado en un gobierno del Frente Amplio sería tremendamente peligroso para la economía, y se presta a toda clase de abusos de los burócratas estatales de turno.
Estos burócratas van a decidir qué grupo de ciudadanos va a pagar una tasa del IVA del 21%, del 10%, o del 7% con criterios que a ellos se les ocurra.
Lo de siempre. Dirigimos estatal, corrupción política, excesos y arbitrariedades, siempre en nombre de la «defensa de los más pobres».