El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, ha denunciado este viernes que el último ataque ruso contra su infraestructura energética, «uno de los mayores contra el sector», constituye un «acto de terrorismo deliberado y cínico» por parte de Rusia y ha reclamado a sus aliados internacionales más «capacidades» para dar respuesta a las acciones de Moscú.
«En general, podemos ver que los rusos tenían como objetivo sobrecargar nuestra defensa aérea, como siempre hacen durante este tipo de ataques a gran escala. Y también han esperado específicamente a que el tiempo gélido empeorara la situación para la población. El ataque se programó para que coincidiera con la ola de frío. Se trata de un terrorismo ruso deliberado y cínico dirigido específicamente contra nuestro pueblo», ha criticado el mandatario en su mensaje vespertino diario.
Zelenski ha asegurado que, «gracias a la fiabilidad de sus sistemas de defensa», algunas de sus instalaciones han salido ilesas del ataque ruso, pero ha insistido en la necesidad de «aumentar las capacidades de (su) defensa aérea» ante drones y misiles. «Necesitamos capacidades aún mayores para derribar toda esta basura terrorista», ha apostillado.
Así las cosas, el presidente ucraniano ha agradecido el apoyo reciente de algunos «amigos europeos» –como Finlandia o Letonia–, así como el nuevo paquete de ayuda militar por valor de 477 millones de euros anunciado este mismo viernes por Estados Unidos.
«Cada vez que hay nuevos ataques rusos contra nuestro país, necesitamos -y esta es una necesidad objetiva- medidas que envíen un mensaje claro a Putin: su terror no debe tener éxito. Está utilizando misiles en lugar de buscar formas de poner fin a la guerra. Es la guerra y la intimidación lo que sostiene el «trono» ruso bajo este individuo», ha concluido.
Estas declaraciones llegan después de que las autoridades ucranianas notificaran también este viernes un «ataque masivo» por parte del Ejército de Rusia contra su sistema energético, con el lanzamiento de misiles y drones contra la capital, Kiev, y numerosas provincias, tras la promesa hecha la víspera por Moscú de responder a un ataque por parte de Ucrania contra una base aérea en la ciudad de Rostov, situada en el suroeste de Rusia, en el que habría empleado misiles ATACMS de fabricación estadounidense.
Durante el ataque, según datos aportados por el propio Zelenski, «se han lanzado 94 misiles de varios tipos, tanto de crucero como balísticos, de los que 81 han sido derribados; así como cerca de 200 drones de ataque».