Sturzenegger se cubrió ante los reclamos de la UIA: «Esa no es mi área»

Ya van dos veces que el ministro Luis Caputo pospone su cita con la cúpula de la Unión Industrial Argentina después del desplante a su conferencia anual hace unas semanas. En la tradicional sede de la UIA sobre avenida de Mayo dicen que la tercera será la vencida mientras este mediodía sus socios brindaban por un 2025 de crecimiento.

Eso sí, este martes a la mañana recibieron al ministro desregulador Federico Sturzenegger que les habló de las regulaciones que ya tiró abajo y de todo lo que tiene por delante. Les dijo que resta un montón, apremiado porque por la ley de Emergencia le quedan solo 210 días para seguir pasando la guadaña.

“Hemos bajado el gasto, va a seguir la motosierra y el año que viene se va a crecer 5%”, los entusiasmó el ministro. Daniel Funes de Rioja describió la reunión como «muy positiva» en un marco de preocupación por la cancha desnivelada.

En lo que ya es un latiguillo, los industriales insisten en que no piden protección, que de la fábrica para adentro son competitivos, pero que hacia afuera enfrentan impuestos, costos laborales que han crecido en dólares, problemas en infraestructura y hasta saldos impositivos que tanto la flamante ARCA como las provincias no devuelven.

“Esa no es mi área”, se atajó Sturzenegger, que sí se mostró muy abierto a tomar nota sobre las trabas que encuentran en el camino los industriales que ahora enfrentan la apertura de la economía con un tipo de cambio y tratamiento impositivo que favorece al importado.

“Tenemos asimetrías fiscales, laborales, logísticas, crediticias. Estuvimos en Chile y nos dieron ganas de llorar cuando vimos los costos de sus puertos en comparación con lo que nos sale a nosotros”, confesó Daniel Funes de Rioja, titular de la UIA.

En la entidad fabril comentaron que este año se crearon 6 nuevas tasas municipales, que en promedio las empresas tienen saldos impositivos a favor por $ 525 millones cada una que quedan meses retenidos en las oficinas de recaudación y de allí que insisten en una cuenta única de manera que los saldos a favor puedan ser utilizados para el pago de otros impuestos.

A esos saldos favorables en impuestos se suma ahora lo que sucedió con el impuesto PAIS que termina el 22 de este mes y que muchos por la modalidad de anticiparlo en un 95% también quedaron atrapados con el pago de un impuesto para operaciones futuras que ya no rige.

Hacia el final, al ministro Sturzenegger le plantearon que el Gobierno debe sumar al «mini Rigi», que abarca con beneficios fiscales a aquellas inversiones menores a los 200 millones de dólares, al temario de las sesiones Extraordinarias del Congreso.

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