CÓRDOBA.- Hijos de productores ganaderos de la provincia de Buenos Aires, los hermanos Juan Manuel y Juan Cruz López emigraron a Italia para hacer la ciudadanía y, también, con la idea de desarrollar allí el mismo negocio en la Argentina: Cultura Cárnica, cortes premium de Black Angus envasados al vacío. Están en Gallarate, cerca de Milán, en el norte italiano.
Los hermanos son la tercera generación de una familia productora de ganado en Balcarce y, antes de viajar, ya habían desarrollado Beef Jerky, un producto con valor agregado a la actividad de su campo pensado para exportar. Se trata de un snack hecho con un corte de carne de nalga cruda que se fetea y se saboriza con salmuera. Luego se realiza un proceso de cocción suave para después deshidratarlo. Trabajaron junto con el INTI. El proyecto está “en pausa” porque ambos están enfocados en el comercio exterior.
En diálogo con LA NACION, Juan Manuel López indica que el emprendimiento nació en el 2018 en la Argentina cuando decidieron avanzar en “eliminar eslabones de la cadena cárnica”. Advierte que fue un camino “duro, con millones de golpes”, pero lo lograron y empezaron a vender cortes envasados al vacío.
Cuando empezaron los trámites para la ciudadanía, llevaron la idea a Italia. La mayor parte de la carne que comercializan es del campo familiar de 1300 hectáreas en Balcarce donde trabajan con un “cuidado exhaustivo en la trazabilidad de cada animal”. El ganado es alimentado a pasto. “Todas cualidades muy apreciadas afuera”, dice.
En el emprendimiento -que cuenta de un local físico y una plataforma web- comercializan carne en trozos grandes, en porciones individuales y también vinos argentinos, chimichurri, carbón de quebracho blanco, sales parrilleras saborizadas, además de alfajores, yerbas, mates y bombillas. “La intención es difundir la cultura argentina, en eso estamos enfocados”, comenta.
Invirtieron alrededor de US$150.000 y el objetivo es que “cuando un argentino entra al negocio se sienta como en casa” y, si es un extranjero, “conozca cómo es la Argentina”. Por eso hay una pantalla que pasa videos del campo y todos los productos son los tradicionales en el país. El chimichurri, ”por el que los italianos se vuelven locos”, lo fabrica una marca italiana bajo recetas argentinas.
Juan Manuel López precisa que los animales del campo de Balcarce se faenan en un frigorífico bonaerense y la carne llega al puerto de Génova entre 30 y 45 días después, “al vacío refrigerada, no congelada”. Desde entonces tienen unos tres meses para venderla.
Con publicidad tradicional y en redes empezaron a lograr la inserción de la marca. Destaca el rol clave de los deportistas argentinos, como jugadores de fútbol y básquet -para los que suelen hacer asados- que son “embajadores” de la carne argentina.
“En todo el mundo la ‘marca de carne argentina’ existe, pero en Italia dieron una gran mano para lograrlo (Diego) Maradona, (Javier) Zanetti, Lautaro Martínez -cuenta el empresario-. Ahora vuelve (Joaquín) ‘el Tucu’ Correa al Inter y hace buenos asados; ya están todos hablando de eso”.
Juan Manuel López sostiene que los italianos son “muy nacionalistas” en el consumo, especialmente de alimentos, pero reconocen la “muy buena” calidad de la carne argentina. Sí admite que es un “problema” no poder vender asado. La carne con hueso argentina no ingresa a la Unión Europea, por lo que los consumidores que la buscan se inclinan por la de Estados Unidos, Nueva Zelanda y Australia. “Es una gran desventaja”, admite el joven.
El promedio del kilo de carne argentina cuesta 50 euros al consumidor final. La empresa está trabajando en franquiciar nuevos locales en Italia y también tienen consultas de Polonia, Austria y Londres “donde hay mucho interés”.
Se publicó originalmente el 1 de julio de 2024
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